Expulsan a 30 niños del colegio La Salle de Palma por colgar la bandera de España por el Mundial
Una profesora de Lengua Catalana se negó a dar clase con la bandera y se marchó del aula
Los padres de los alumnos cuentan que los chicos habían pedido permiso al tutor y éste se lo había concedido
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Unos padres del colegio La Salle de Palma, centro educativo concertado, han denunciado en las redes sociales que su hijo y toda una clase de 30 niños de primero de Bachillerato han sido expulsados por colgar la bandera de España en el aula con motivo del Mundial de fútbol que se celebra en Qatar. Los niños fueron expulsados de clase y enviados a su casa sin notificar a sus padres. La decisión se tomó luego de que una profesora de Catalán, declarada independentista, se abandonara la clase en repulsa por ver la bandera española.
«Mi hijo (y su clase) ha sido expulsado por poner la bandera de España en el aula porque disfruta del #Mundial2022 con alegría y pasión. A varios profesores les ha molestado por connotaciones políticas. ¿Quiénes son los adultos? ¿Hasta cuándo este adoctrinamiento sinsentido?», ha expresado indignado este padre en su cuenta de Twitter, dirigiéndose expresamente a la Conselleria de Educación del Govern de Francina Armengol.
Según han relatado los progenitores a OKDIARIO, los alumnos habían pedido permiso a su tutor para poner la bandera española en la clase y de esta forma apoyar a la selección de Luis Enrique y el tutor se lo había concedido. Esto ocurrió el pasado lunes, antes de que España debutara frente a Costa Rica, a la que el miércoles goleó 7-0.
Mi hijo (y su clase) ha sido expulsado por poner la bandera 🇪🇸 en el aula porque disfruta del #Mundial2022 con alegría y pasión. A varios profesores les ha molestado por connotaciones políticas 🤷♂️. Quiénes son los adultos? Hasta cuándo este adoctrinamiento sinsentido @EDUN_IB? pic.twitter.com/3FXsleH8iF
— Sergio Campoy (@scampoy1975) November 25, 2022
Durante esta semana varios docentes se quejaron y manifestaron a los estudiantes de esta clase de primero de Bachillerato su malestar por tener que impartir sus asignaturas con la bandera de España colgada. Incluso uno se refirió a ella de forma despectiva y dijo que no era más que «un trapo».
Hasta que este viernes la profesora de Lengua Catalana, al parecer declarada independentista, se negó a dar clase con la bandera y se marchó del aula. Poco después, otra profesora entró y les dijo a los estudiantes que se suspendían las clases de Catalán y Filosofía que quedaban pendientes y que podían irse a casa.
Los alumnos pidieron explicaciones al jefe de estudios y éste les informó de que toda la clase -30 estudiantes- había sido expulsada dos horas.
Estos padres, en representación de los progenitores de los alumnos afectados por esta expulsión, van a presentar una denuncia ante la Inspección Educativa y censuran que el colegio La Salle de Palma ha incumplido los protocolos al enviar a menores a su casa sin comunicárselo antes a sus padres o tutores legales.
«Un acto de insubordinación deliberada»
Tras el incidente, el director técnico de Secundaria del centro educativo ha enviado una circular a las familias donde explica que los alumnos habían «desoído las indicaciones de una profesora que estaba cumpliendo con las normas de convivencia, negándose expresamente a obedecer, lo que supone un acto de insubordinación deliberada».
El colegio expone que cuando la docente «ha abandonado el aula para consultar con el equipo directivo la mejor manera de gestionar el asunto, ha sido vitoreada y aplaudida con sorna por la mayoría de los alumnos».
«Como director técnico y ante la gravedad de los hechos, he tomado la decisión de cancelar las dos sesiones lectivas que restaban para finalizar la jornada, pues el respeto a los profesores, propiciando un ambiente de convivencia positivo, son obligaciones que deben cumplir todos los alumnos. Sencillamente no podemos impartir clase en una etapa educativa no obligatoria a un grupo de alumnos que no quiere acatar las normas de convivencia del centro», prosigue la circular.
Finalmente, el colegio señala que están «decepcionados» con la reacción de los alumnos y que trabajarán para «aprender de esta situación y transmitir los valores cristianos para convertir a los alumnos en miembros de una sociedad madura, con espíritu crítico y autonomía, capaces de pensar por sí mismos».
A este respecto, el padre responde en Twitter: «Y esta parte, la mejor: el centro quiere «convertir a los alumnos en miembros de una sociedad madura, con espíritu crítico y autonomía, capaces de pensar por sí mismos». ¡ASÍ ES! Eso es lo que han hecho los chicos/as: pensar por sí mismos y con respeto a la autoridad docente».